el Dilema de la hoja en blanco 6i
¿qué escribir... por ahora muy poquito, estoy enloquecido, lo reconozco,... pero esto no debiera importarme demasiado.
sigo adelante, como un diletante... al levante sopñla el viento del aliento... lento...
Munro, 15 de septiembre de 2013.
viernes, 15 de noviembre de 2013
miércoles, 23 de octubre de 2013
"No hay ninguna biografía definitiva"
Literatura:
Género Biografía
Por Ariel Di Leva
Gracias
radio Caos por brindarme este espacio. Por permitir llegar a los oyentes con
nuevas secciones que en lo posible me gustaría ir variando. Últimamente estuve
ausente, de viaje; y, en mi recorrido por otras partes les traigo novedades en
cuanto a lo que atañe a la literatura, en este caso quisiera detenerme en
Francia, para hablar sobre le biografía filosófica. ¿Qué quiero decir con
“biografía filosófica”? Me refiero más específicamente a la biografía sobre el
filósofo francés Jacques Derrida, publicada este año por el Fondo de Cultura
Económica. Su autor Benoît Peeters, en una entrevista con ADN Cultura, hace una
reflexión sobre este género que tanto le apasiona. Tomando palabras prestadas
podríamos balbucear algo de sus opiniones estableciendo que: “Durante mucho
tiempo, la biografía ha sido desconsiderada, sobre todo por el pensamiento
dominante de la modernidad. Fue descalificada por la corriente de la nueva
historia, que pretendía poner fin al privilegio del “gran hombre”, para
insistir sobre elementos contextuales, emergentes, y abarcar así períodos más
largos (…). La biografía fue entonces, atacada, considerada un género impuro,
menos inventivo e imaginativo que la novela, y menos sólido científicamente que
el procedimiento histórico. Estoy convencido de que el género biográfico puede
ser revisitado y reapropiado en otro sentido.” Entonces nos podríamos
preguntar: ¿en qué sentido sería esto posible? Dejando de lado la solución
lineal de presentar primero al “autor” para después pasar a “su obra”;
podríamos imaginarnos la construcción de vínculos multidireccionales entre una
época, un medio, un individuo y un pensamiento. Llegamos así a la conclusión
que no solamente se puede presentar la biografía de un filósofo, sino además de
las “pequeñas historias cotidianas” que son de suyo valiosas e interesantes. La
cuestión es saber pintarlas de forma plástica y amena. Para eso hay que volver
al bloc de hojas y la lapicera, y sentarse con tiempo y ganas para escribir.
Muchas gracias.
Dado en Florida Este,
el 23 de octubre de 2013.
sábado, 13 de julio de 2013
Había una hoja en bLANCO
Había antes secretos silenciosos. Sería ávido ostentoso obstruído ónticamente. Entonces se escabulló otra astucia amparada antes. Si iba al lado oscuro, onerosamente estaría abierto otro oblicuo Ontario, otro obstruído. ¡Oh, hacha atascada! Atraviesas semejante emblema ayer, restituyes solamente ese espejo oblongo. Oigo otra astucia anterior. Repeticiones...
Eternidad
Continúa eternamente el problema de la hoja en blanco. Es el problema ineludible de sentarse para no escribir nada concreto. Pero paradójicamente así es como se va llenando mi hoja en blanco. El blanco es el blanco de las críticas ácidas. Crítica de la razón instrumental. El instrumento en el cual redacto no sabe qué es lo que el narrador está tratando de decir. Hace falta del otro lado alguien que critique.
El redactor sigue dando vueltas sobre el mismo problema. Parecía que ya se había terminado. Pero no. Continúa. Sigue sin seguimiento... Insiste el narrador que el problema de la hoja en blanco se eternisa. Se camina por la cornisa...
El redactor sigue dando vueltas sobre el mismo problema. Parecía que ya se había terminado. Pero no. Continúa. Sigue sin seguimiento... Insiste el narrador que el problema de la hoja en blanco se eternisa. Se camina por la cornisa...
martes, 14 de mayo de 2013
Novedades sobre el problema de la hoja en blanco
Estoy sentado donde no debo. Cien veces no debo. No debo beber café porque me cae mal. Nada más. Y estoy aquí sentado ante mi hoja en blanco. Parece mentira, pero ahora que estoy inmerso en un taller literario, las palabras no salen. No quieren salir, simplemente eso. El peso de este problema estriba en que soy muy responsable. Y el tiempo me juega en contra. Contrareloj. Al apurar la escritura me salen letras anticipadas. Se me clavan como espadas. Palabras que van llenando esta, mi hoja en blanco. Tanto leer, tanto escribir, ¿para qué? No sé. Creo que nadie lo sabe con certeza. Pereza es lo que me ha vencido... Ido...
Ariel, xiii
Ariel, xiii
sábado, 9 de febrero de 2013
Instrucciones
para clavar un clavo
Por
Ariel Dileva
Para
clavar un clavo se necesitan:
- un clavo
- un martillo
- un listón de madera
Procedimiento:
para clavar un clavo se practica primero con el listón de madera. Se lo coloca
sobre la mesa de trabajo. Luego se toma un clavo con la mano izquierda, de modo
que quede la punta hacia abajo y la cabeza hacia arriba. Se toma el martillo
con la mano derecha, salvo que sea zurdo, y se le da un golpe seco, tratando de
pegarle al clavo y no a la mano que lo sostiene. Los primeros golpes son
fundamentales para hacer el orificio. Si se desea hacerlo hasta el final, se
retira la mano que lo sostiene y con golpes continuados, se repite la operación
hasta que la cabeza del clavo queda al ras del plano del listón.
Martínez,
23 de septiembre de 2009.
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