sábado, 13 de julio de 2013

Había una hoja en bLANCO

Había antes secretos silenciosos. Sería ávido ostentoso obstruído ónticamente. Entonces se escabulló otra astucia amparada antes. Si iba al lado oscuro, onerosamente estaría abierto otro oblicuo Ontario, otro obstruído. ¡Oh, hacha atascada! Atraviesas semejante emblema ayer, restituyes solamente ese espejo oblongo. Oigo otra astucia anterior. Repeticiones...

Eternidad

Continúa eternamente el problema de la hoja en blanco. Es el problema ineludible de sentarse para no escribir nada concreto. Pero paradójicamente así es como se va llenando mi hoja en blanco. El blanco es el blanco de las críticas ácidas. Crítica de la razón instrumental. El instrumento en el cual redacto no sabe qué es lo que el narrador está tratando de decir. Hace falta del otro lado alguien que critique. 
    El redactor sigue dando vueltas sobre el mismo problema. Parecía que ya se había terminado. Pero no. Continúa. Sigue sin seguimiento... Insiste el narrador que el problema de la hoja en blanco se eternisa. Se camina por la cornisa...