viernes, 11 de julio de 2008

El problema de la Hoja en Blanco Nr. 1.II

El Problema de la hoja en Blanco Taciturno



Había una vez una pobre hoja en blanco sentada en un banco. No sabía si la iban a garabatear con sepia o sanguínea. “La línea habla” (Marguit). Y el escritor solamente ocupa su mente en realizar una crónica de lo que le ocurre a la hojita. ¡Es tan pequeña! No es dueña de hacer lo que quiere. El escritor la manipula con la excusa que es cultura. Pero hay quien se burla por ser burda. En el lunfardo le contestaría que está en curda. ¡Forzar la lengua por colocar la prosa poética a presión, es una acción que desvela al escritor, y lo tilda de mediocre! Entre la sepia y la sanguínea está el ocre. ¿Se comprende el sentido?

La pregunta genera un vacío. El Estío ya se ha ido. Nada tiene que ver con nada. Es esta la contradicción interna que tiene el escritor. No abundemos en palabras. Entonces…

…Entonces, hay como una rebelión a plantear nuevamente el problema de la hoja en blanco. Si quedó sentada en el banco, un viento se la voló, y terminó quedando en blanco.



Y el problema no se resuelve.

1 comentario:

Ariel von Kleist dijo...

Tía Silvia:
Me contó la abuela que este texto es muy difícil. Necesito este tipo de críticas para saber exactamente cuál es el tono que debiera darle a la forma de redactar para que sea accesible y ameno. Todavía tengo mucha tela por cortar y mucho trabajo preparado. Tal vez cuando se pueda publicar el prólogo de Vivian, se comprenderá mejor. Por ahora, Paciencia