sábado, 2 de octubre de 2010

controversia

El Problema de la Hoja en Blanco Ç


No puedo escribir... pero, si escribo “No puedo escribir”: ya escribí algo...
Algo es “algo”, o sea que es una cuestión lógica: el principio de razón suficiente que reza: cada cosa es idéntica consigo misma.
El “algo”; la “cosa”; en resumen, el “objeto en sí”; da lugar a plantear la cuestión de lo material... Sobre la materia bruta, la carne mortal permite que se exprese el espíritu. Esto no es ninguna novedad. Tal vez sea novedoso el hecho de cómo se lo ha dicho al volcarlo sobre la hoja en blanco... y el escritor se va por las ramas: en un banco estaba el manco, escribiendo, riendo... riendo solo porque “el que solo se ríe de sus picardías se acuerda”... y el reloj digital no necesita cuerda...


Dado en Vicente López, el 25 de julio de 2010.-




algo...
Algo todavía mas “sobre la hoja en blanco”.

por Ariel von Kleist


Escribiendo de derecha a izquierda, la pobre hojita se amalgama con la hoja de la rama del otoño incipiente.
La serpiente verde era la enamorada del alma del estudiante Anselmo.
En la Atlántida fueron felices un mil años patebo.
El señor Archivero Lindshort obtuvo trabajo como bibliotecario en Dusseldorf.
La morfología morfó la elegía.
La locura no tiene medida. La comida es un remedio para el cuerpo y
da fuerzas necesarias para seguir adelante.
Hay que mirar hacia delante, no queda otro camino.

Se podría desandar pero no sería prudente. La gente no se fija y se fía de cualquier persona o cosa eventual. Conventual. Allí las almas que escapaban del mundo encontraban grandes tentaciones. Las vocaciones son escasas y las fuerzas también. En este derrotero a esto queríamos llegar. Luego de muchas volteretas
que da la pobre hojita, se descubre que se ha escrito derecho en papel pautado torcido.
Alguien hizo mal las líneas pero la verdad triunfó sobre la oscuridad.
A la vanidad se le tapa la boca.





abstracción minimalista

Publicado por Ariel von Kleist


cursiva
Cursiva. Necesitaba el autor hacer algo con su hoja en blanco. Y muchos fueron los fueros internos por los que tuvo que atravesar, sujetándose del tubo. El teléfono no paraba de sonar. La voz no se podía escuchar. Entonces dije: “me quedé sin voz y sin vos”, como triste lamento. Lamento tanto que esto termine mal, que nadie siga la pista, que no es una pista de aterrizaje. El avistaje de nuevos rumbos nos comprometen con un nuevo desafío, un nuevo desvarío. Darío compró el diario y el otario oteaba por la superficie de las letras incómodas. Se quería volver a un nuevo “dada”, pero ya no es posible. Matiz tiene un nuevo cariz. Cuando se opone por ser tornasolado al lado del negro de las letras del original. Una zona de gris, que es la zona de los tierras. Tiernas están las espigas doradas por el sol. Se pasa la mano por la superficie y la efigie se extingue en una fantasía fantasmagórica. Alegórica es esta composición de palabras. Es referencial a algo que se intenta decir, pero que no se quiere suprimir. Reprimir el escrito es la tarea del corrector de estilo. Hilo conductor que se corta por lo más delgado y se cae en los “lugares comunes”. Bocetos fúnebres. Sonetos inconexos. Diversidad de sexos. Textos como exploración de una valoración estética antes que ética. Sintética en la medida de lo posible. Plausible... pero irreal. Final del recodo del camino de la hoja en blanco, salteada con un zanco. Caída en una zanja de una zancada. Etacada. Estocada.




La Hoja en Blanco de Caposio

Incomprensión


Ariel von Kleist,09




art. 21. El intento es mostrar un aspecto desconocido. Aspecto en el sentido de la terminación de la obra como obra en sí. Capocito narra su cuento y nos muestra a dos japonecitos que se aman. Pero la historia va por otros derroteros y la muerte viene a buscar a Carlos. Y la muerte se lo lleva aunque él no quiera. El final es trágico, porque sabemos que la historia de amor termina bien; y la historia de la muerte termina de una manera que nos hace pensar.
El arte significa muchas cosas. El arte es hacer que la belleza tome forma, aunque forma y contenido vienen íntimamente unidos. Estas categorías son aporías propias del arte oriental. Sutilezas que se mezclan con la violencia de la vida posmoderna. Aunque la vida fue siempre vida. Para dar un sentido positivista a esto, un breve hayku:


“sobre el estanque muerto
un ruido de rana
que se sumerge”.
(anónimo).


¿Se ha comprendido el sentido subyacente?



Sigue el problema de la hoja en blanco


Algo más sobre la hoja en blanco.


(por Ariel Wackenroder)


Es excelente saber que se puede saber más. Para saber más es preciso estudiar algo en forma precisa. Sin prisa ni pausa. La causa está en el cauce que toman las palabras. Las armas de la luz son las letras que se redactan en la sombra de la oscuridad de la noche.
El lector sabe que algún día se convertirá en escritor. El que no sabe esto no será escritor. Será lector eterno. Se irá al Averno. Todo lo mandará al cuerno. Al cuerno de la Luna cuarto creciente, hecha despaciosamente, luego de transitar el novilunio en Junio. En este mismo mes en un lugar del mundo es invierno y en la antípoda, verano. La mano del redactor sigue oprimiendo el botón de muestra. Demuestra que lo que hay que hacer es seguir completando la Hoja en blanco. Se ha dicho ya que el problema se lo crea el propio autor. Y se lo resuelve en un soliloquio de palabras que van “transitando el tiempo” (Gómez Masía), y también, rellenando el espacio de los intersticios de la Hoja, como la foja cero del Juez de Instrucción. La sensación de frustración no cesará pues la ilusión se renovará ante la escritura caprichosa, como se la ha adjetivado en otro lugar. El tiempo en movimiento dice relación con algo que es más que el mero tiempo. Es el agregado a la pieza que faltaba a este mosaico. Es laico, no a la manera del “laicista” sino en el sentido de lo “no colegiado”, del Episcopado. El resultado será entonces un desembocar sobre aquello que está en la cabeza del intérprete que tiene que tener una guía para poder entender, o mejor, discernir, qué es lo católico de lo caótico.
Lo gótico se ha desfigurado en la imagen de un comic, a diferencia del secreto de la construcción de las Catedrales. Todavía hay mensajes cifrados, libros miniados.
El objetivo es apuntar algunas ideas para desentrañar un enigma, a saber: de cómo puede hacer la mente para entender lo que solamente el escritor quiso decir, sin omitir, pero con emitir frases que parecieran estar disponibles a la libre interpretación del lector, encontrando en las palabras algo que no pensó el escritor.
De la misma manera se opera con el modo de la pintura abstracta. El interesado ve formas que el autor de la obra no plasmó a conciencia. Pero se las reconoce como válidas, como descubrimiento de algo tal vez más rayano en la subjetividad del contemplador. Me contemplo a mí mismo y me contento con esta página, hoja o foja.


Dado en Florida Este, el 27 de junio de 2009.




Problema 1

El problema de la hoja en blanco curioso.

La curiosidad mató al gato. Ató de pies y manos al escritor que se introdujo de lleno en su propio texto. Produjo sensación de desazón. La canción no puede brotar sin palabras, aunque Mendelshon Bartholdi, compuso la “Romanzas sin palabras”. Medel pensó la teoría genética y sus leyes que dicen: in fine, o sea, en fin! La ética discursiva dio paso a la incredulidad, a la sospecha. No hay profundidad donde se escapa por la tangente. La capa y la espada dieron lugar a la pluma del absurdo, que no es zurdo. Burdo es el siniestro. Diestro es el que escribe con la derecha y se sienta en el centro. Adentro lo espera el laberinto de las palabras. El recinto sagrado de la reflexión posterior. La genuflexión hecha el día de hoy, al entrar en la Iglesia. Es Domingo. Es lo que se es.

Ariel Blanco...







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